
Domina el cuidado del pelaje del caniche con estos consejos
Tiempo de lectura 25 min
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Imagina la situación: tu pequeño caniche corretea por el jardín, radiante de felicidad, con su pelaje rizado ondeando en medio del juego. Al finalizar el paseo, el perro se acerca a ti, y notas que en su sedoso pelaje se han quedado enganchadas algunas ramas y hojas. Es hora de coger el cepillo – toca de nuevo el cuidado del pelaje del caniche, una parte esencial de la vida diaria de todo dueño de un caniche. Al principio, el mantenimiento del pelaje puede parecer laborioso o incluso desafiante, pero con el enfoque adecuado, se puede convertir en una rutina agradable. Pronto te darás cuenta de que los momentos de cuidado pueden convertirse en tiempo de calidad que disfrutan tanto el perro como el dueño.
Las características especiales del pelaje del caniche hacen que la raza sea única, y al mismo tiempo explican por qué el cuidado regular es tan importante. En este artículo, repasamos las etapas del cuidado del pelaje del caniche a través de un enfoque narrativo y práctico. Ya sea que te enfrentes a un cachorro con un pelaje suave como el algodón o a un adulto con un pelaje rizado, estos consejos te ayudarán a mantener el pelaje de tu compañero libre de enredos, saludable y limpio. A lo largo del camino, también ofrecemos recomendaciones útiles de productos. Por ejemplo, explicamos cómo el champú para perros y el spray para el cuidado del pelaje de la serie Nocat Studio, disponibles en la selección de Muotitassun, pueden hacer que el cuidado del pelaje sea más fácil y agradable.
Adopta una postura cómoda y sumérgete: ¡pronto tú también podrás dominar el cuidado del pelaje del caniche con un enfoque relajado y seguro!
Se podría describir el pelaje del caniche como una nube rizada: está compuesto de un pelo denso y rizado que se asemeja más al cabello humano que al pelaje de muchas otras razas. A diferencia de la mayoría de las razas, el caniche no tiene subpelo en absoluto. Esto significa que el pelaje del caniche es prácticamente de una sola capa y el pelo crece continuamente. El pelo tampoco se cae de la misma manera que, por ejemplo, en el labrador retriever; el pelo suelto del caniche se adhiere fácilmente a otros rizos y no se cae al suelo. Por esta razón, el caniche a menudo se considera una raza hipoalergénica: no se acumulan mechones de pelo suelto en el hogar. La otra cara de la moneda es que el pelo suelto forma fácilmente enredos si no se cepilla regularmente.
Muchos que adquieren su primer caniche se alegran al escuchar que la raza apenas suelta pelo, ¡no hay necesidad de limpiar los sofás de pelos sueltos! Sin embargo, pronto se revela la otra cara de la moneda: aunque la aspiradora puede descansar, el cepillo y el peine deben trabajar en su lugar. El caniche es una raza que necesita la ayuda humana para el cuidado de su pelaje.
Debido a su estructura rizada, el pelaje del caniche también se enmaraña fácilmente. Incluso los pequeños nudos pueden expandirse con el tiempo en grandes áreas enmarañadas si no se cuida el pelaje. Los enredos no son solo una cuestión de apariencia; pueden irritar la piel del perro y acumular humedad y suciedad, lo que predispone a infecciones cutáneas. El pelaje del caniche funciona un poco como una esponja: absorbe la humedad y la suciedad del exterior, pero si se cuida adecuadamente, también se limpia y se seca hermosamente.
La singularidad del caniche también se refleja en su versatilidad. Dado que el pelo crece continuamente, se pueden crear cortes y estilos impresionantes para el caniche, desde el "oso de peluche" esponjoso hasta el elegante corte deportivo corto o el espectacular corte de exhibición. Sin embargo, esto significa que el pelaje debe ser cortado y arreglado regularmente para que no se convierta en una maraña incontrolable. Además de la longitud, la calidad del pelaje puede variar: en algunos individuos, el pelo es más fino y suave, mientras que en otros es más áspero y grueso. El pelaje más suave tiende a enredarse más fácilmente que el más áspero.
En resumen: el pelaje del caniche es magnífico pero requiere cuidado. Cuando entiendes la estructura y las características del pelaje, ya estás un paso más cerca de un cuidado exitoso del mismo. A continuación, profundizaremos en por qué una rutina de cuidado regular es tan esencial, y cómo puedes integrarla en tu vida diaria.
Se dice que el caniche no es "el perro de una persona perezosa". Esto se debe precisamente a los requisitos del cuidado del pelaje: el pelaje rizado se mantiene hermoso y sin enredos solo si se cuida regularmente. La regularidad es la base de todo en el cuidado del pelaje: incluso un pequeño esfuerzo diario ahorra mucho tiempo y esfuerzo más adelante. Piensa en el cuidado del pelaje como en la higiene dental; si te cepillas los dientes a diario, evitas caries mayores. De la misma manera, si cepillas y cuidas el pelaje del caniche poco y a menudo, no tendrás que luchar contra enormes bolas de enredos.
De hecho, solo una semana sin cepillar puede causar sorpresas en el pelaje del caniche: a muchos les ha pasado que aparecen enredos traicioneros en las axilas o detrás de las orejas cuando se interrumpe el cepillado. Incluso un pequeño retraso se traduce fácilmente en trabajo adicional más tarde, por lo que la prevención es lo más sensato.
El cuidado regular no es importante solo por la apariencia, sino también por la salud y el bienestar del perro. Debajo de un pelaje muy enmarañado pueden acumularse suciedad, humedad e incluso parásitos sin ser detectados. La piel tampoco respira adecuadamente bajo una capa de pelo apelmazado, lo que puede llevar a enrojecimiento, picazón o erupciones cutáneas. Para el perro, los grandes enredos pueden causar dolor, ya que tiran de la piel y el pelo de manera incómoda. Una evidente incomodidad en el pelaje afecta inevitablemente también el estado de ánimo y la actividad del perro.
Cuando el cuidado del pelaje del caniche es una parte regular de la rutina diaria, tanto el dueño como el perro tienen menos trabajo. El estado del pelaje se mantiene consistentemente bueno, y los tiempos de corte no se alargan demasiado. Además, un perro acostumbrado a las rutinas de cuidado regulares se estresa menos con el manejo. Cuando el cepillado y el lavado se vuelven familiares, muchos perros incluso comienzan a disfrutar de estos momentos tranquilos de cuidado, especialmente si se combinan con caricias y golosinas. El resultado final es un perro limpio, sin enredos y saludable, con el que es un placer pasar el tiempo.
Resumen: comprometerse con la rutina de cuidado del pelaje vale la pena. Es mejor mantener el intervalo de cuidado demasiado corto que demasiado largo; recuerda cepillar rápidamente a tu caniche por la noche mientras ves la televisión o reservar un momento para el baño en el calendario cada dos semanas. A continuación, repasaremos los pasos concretos de cuidado uno por uno, para que puedas ver cómo mantener el pelaje del caniche en buen estado día tras día.
El cepillado es la piedra angular del cuidado del pelaje del caniche. El cepillado regular mantiene el pelaje aireado, limpio y previene la formación de enredos de antemano. Para la mayoría de los caniches, se recomienda el cepillado diario o al menos cada dos días, especialmente si el pelaje es más largo. Un caniche con el pelaje recortado corto puede no necesitar un cepillado tan frecuente, pero aún así es necesario revisar el pelaje regularmente. El cepillado elimina el pelo suelto, alisa los rizos y distribuye los aceites naturales de la piel por todo el pelaje, lo que mantiene el pelo en buen estado.
Herramientas: Las mejores herramientas para cepillar un caniche son, por ejemplo, un cepillo de carda de tamaño mediano (es decir, un cepillo rectangular con púas metálicas densas) y un peine metálico. La carda se desliza bien en el pelaje rizado y ayuda a desenredar los nudos de manera efectiva. Con el peine, por otro lado, puedes asegurarte al final de que el pelaje esté completamente libre de nudos: el peine revela si alguna parte todavía está enredada. Muchos propietarios de caniches también utilizan un spray acondicionador ligero como ayuda durante el cepillado. Por ejemplo, el spray acondicionador Nocat Studio se aplica ligeramente sobre el pelaje antes del cepillado: hidrata un poco el pelo, elimina la electricidad estática y facilita el desenredado de los nudos.
A continuación se presentan consejos paso a paso para cepillar a un caniche y desenredar nudos:
Elige un lugar tranquilo donde el perro esté en una posición cómoda; muchos tienen una mesa de peluquería o incluso una toalla sobre la lavadora. Asegúrate de tener al alcance un cepillo adecuado (carda), un peine, y si lo deseas, un spray para el cuidado del pelaje. Recompensa al perro por quedarse tranquilo en su lugar con una pequeña golosina antes de comenzar.
Comienza el cepillado, por ejemplo, desde las patas traseras o la parte trasera. Cepilla contra el pelo con movimientos pequeños, es decir, levanta el pelo desde la raíz cepillando hacia la cabeza, para poder cepillar también cerca de la raíz del pelo. Avanza en pequeñas secciones: puedes dividir el pelaje en capas apartando los pelos superiores y cepillando primero las capas inferiores. Así te aseguras de que todo el pelaje quede cepillado desde la raíz hasta las puntas. Esta técnica sistemática se llama cepillado en línea, y garantiza que ningún nudo quede oculto bajo la capa superficial.
Si el cepillo encuentra un nudo, no tires con fuerza. Rocía un poco de acondicionador sobre el nudo y déjalo actuar un momento. Sujeta la base del nudo con una mano (cerca de la piel) para no tirar de la piel del perro, y comienza a desenredar el nudo con cuidado con el cepillo o con los dedos. Trabaja el nudo de las puntas hacia la base en pequeños pasos – no intentes deshacer todo el nudo de una vez. La paciencia será recompensada, y finalmente el nudo generalmente cederá. Si es necesario, también puedes usar tijeras con extrema precaución: corta el nudo en su dirección (longitudinalmente) con un pequeño corte, no cortes todo el mechón de pelo para que no quede un hueco visible en el pelaje.
Cuando hayas pasado todo el perro con el cepillo, utiliza un peine de metal para asegurarte. Pasa el peine suavemente a través del pelaje desde diferentes partes del cuerpo. Si el peine se atasca en algún punto o no pasa suavemente, en ese lugar todavía hay un pequeño nudo o enredo. Cepilla esa área de nuevo y prueba con el peine otra vez. El peine actúa como "control de calidad" asegurando que el pelaje esté completamente libre de nudos.
Al final de la sesión de cepillado, elogia al perro tranquilamente y dale caricias o un momento de juego. La retroalimentación positiva enseña al perro que el cuidado del pelaje es una parte agradable de la rutina diaria. También puedes darle una pequeña golosina como recompensa por su buena colaboración.
Recuerda que el momento del cepillado no tiene que ser una maratón de una hora cada noche. Un pelaje más largo ciertamente lleva tiempo, pero también puedes dividir la tarea en varias sesiones más cortas. Lo más importante es que no se formen nudos de manera incontrolada. Cuando mantienes el cepillado como una rutina, notarás que los rizos del caniche se mantienen espléndidos y sin enredarse de un día para otro.
¿Qué hacer si el pelaje ya está muy enredado? Si notas que el pelo de tu caniche ya está enmarañado en grandes áreas formando capas densas contra la piel, a menudo es más justo considerar cortar el pelaje completamente corto por un profesional. Aunque existen peines y cortadores especiales para desenredar, deshacer enredos muy severos es doloroso y laborioso para el perro. En este caso, la solución más amable es empezar de cero: cortar el pelaje con máquina y comenzar un nuevo crecimiento desde una base limpia. Al mismo tiempo, puedes acordar con el peluquero un horario para mantener el nuevo pelaje desenredado mediante cepillado. La salud y el confort del perro siempre deben prevalecer sobre la apariencia – a veces es necesario sacrificar el pelo para que el perro se sienta mejor. Afortunadamente, el pelaje volverá a crecer, y pronto podrán disfrutar del cuidado adecuado del nuevo pelaje.
El pelaje del caniche también necesita un lavado regular para mantenerse limpio y en buen estado. La frecuencia del lavado varía según el estilo de vida del perro y la suciedad del pelaje: muchos lavan al caniche aproximadamente una vez al mes. Si el perro juega mucho al aire libre, puede ser necesario lavarlo con más frecuencia. Por otro lado, un lavado demasiado frecuente sin un secado adecuado puede resecar la piel, por lo que es importante encontrar un equilibrio adecuado. Una regla general es lavar al perro cuando el pelaje comienza a sentirse sucio o se enreda más fácilmente. Especialmente durante la fase de cambio de pelaje de los cachorros (alrededor de los 6 a 12 meses de edad), lavarlo incluso cada 1 a 2 semanas puede ayudar a mantener los enredos bajo control, ya que el pelo limpio se enreda menos que el sucio.
Antes de lavar, el caniche debe cepillarse cuidadosamente para eliminar los enredos (como se mencionó anteriormente). Esta es una fase crítica: al mojarse, los enredos solo empeoran, y el champú y el agua no penetran uniformemente en el pelaje. Una vez que el pelaje esté desenredado, reserve suficiente tiempo y un entorno tranquilo para el lavado y secado. Aquí vienen las instrucciones:
Preparativos: Necesitarás un champú adecuado para perros, toallas y, si es necesario, acondicionador o spray acondicionador. Es importante usar champú diseñado para perros en la piel del caniche, ya que los champús para humanos tienen un pH incorrecto y pueden resecar la piel. El champú para perros Nocat Studio disponible en la selección de Muotitassun es una excelente opción: está equilibrado en pH para la piel del perro y hecho con ingredientes naturales, por lo que limpia el pelaje suavemente sin irritar la piel. Asegúrate de que el agua esté a una temperatura adecuada (tibia, no demasiado caliente ni fría).
Moje el pelaje completamente: Coloca al perro en la bañera o en la ducha. Comienza mojando el pelaje a fondo. Es importante que todo el pelaje esté mojado hasta la piel. El pelaje grueso y rizado se debe mojar por capas: puedes comenzar por las patas y el vientre, avanzando hacia la espalda y la cabeza. Evita que el agua entre directamente en los oídos; si lo deseas, puedes colocar suavemente bolitas de algodón en los oídos del perro para evitar que entre agua (¡recuerda quitarlas después del lavado!). Si el perro es sensible al agua en la cabeza, puedes lavar la cabeza y la zona de las orejas al final con cuidado usando una esponja húmeda.
Champú y enjabonado: Dosifica el champú para perros en tu mano o como una mezcla más diluida en un recipiente de lavado. Muchos champús de calidad, como el champú de Nocat Studio, son concentrados que se pueden diluir con agua; sigue las instrucciones del producto. Frota el champú uniformemente en el pelaje. Comienza por la espalda y el cuello y avanza hacia las patas, la cola y el vientre. Recuerda lavar también las patas, la zona trasera y el hocico con cuidado (evita que el producto entre directamente en los ojos, aunque el champú para perros suele ser suave). Trabaja el champú frotando y masajeando suavemente el pelaje con las yemas de los dedos para que la suciedad se desprenda y el champú se distribuya por toda la piel. Si ha pasado mucho tiempo desde el último lavado o el perro está especialmente sucio, después de la fase de champú puedes enjuagar y lavar al perro una segunda vez: la primera ronda elimina la suciedad más gruesa, la segunda asegura una limpieza profunda.
Enjuague muy cuidadosamente: Una vez que el champú esté completamente espumado, es el momento de un enjuague cuidadoso. Use nuevamente abundante agua y enjuague el pelaje de arriba hacia abajo. Asegúrese de que no queden residuos de champú en el pelaje; es mejor enjuagar repetidamente que hacerlo con demasiada prisa. Los residuos de champú pueden irritar la piel y hacer que el pelaje quede pegajoso, por lo que es preferible enjuagar una vez de más que una de menos. Al final del enjuague, si lo desea, puede aplicar acondicionador en el pelaje (si lo usa). El pelaje del caniche se beneficia especialmente del acondicionador cuando el pelo es largo o seco. Deje que el acondicionador actúe un momento y enjuáguelo también cuidadosamente.
Secado con toalla: Cuando el pelaje esté limpio, exprime suavemente el exceso de agua con las manos. No retuerzas ni frotes con fuerza para no enredar el pelaje. Luego envuelve al perro en una toalla de felpa. A muchos caniches les gusta que se les "acaricie" con la toalla durante un rato con movimientos largos. Cambia a una toalla seca si es necesario, si la primera se empapa completamente. El objetivo es eliminar la mayor cantidad de agua del pelaje antes de usar el secador.
Acostumbra al perro al secado: Si es posible, utiliza un secador de pelo para secar al perro, ya que es clave para un resultado sin enredos. No todos los perros aprecian el sonido o el soplo del secador al principio, así que acostumbra al perro gradualmente. Comienza con una baja potencia de soplado y calor frío. Mantén una pequeña distancia y combina el uso del secador con la entrega de golosinas para que el perro lo perciba como algo positivo.
Secado y cepillado eficaces: El pelaje rizado del caniche debe secarse con secador mientras se cepilla para alisarlo. Ajusta la temperatura del secador a un nivel medio (no demasiado caliente, prueba la temperatura con la palma de tu mano primero). Sostén el cepillo (carda o cepillo de púas) en una mano y el secador en la otra, o pide a un asistente que sostenga el secador. Dirige el flujo de aire perpendicularmente a la zona que estás cepillando en ese momento. Comienza el secado en las áreas donde el pelo es corto, como la espalda o los costados, ya que el pelo corto se seca más rápido y comienza a rizarse de inmediato si no se cepilla para alisarlo. Avanza de manera sistemática, área por área: recorre los costados, la espalda, las patas, el vientre, el pecho y, por último, la cola, el cuello y la cabeza. Cepilla repetidamente a contrapelo durante el secado para que el pelaje se alise y se seque desde la raíz.
Sécalo completamente: Continúa secando con el secador pacientemente hasta que el pelaje esté completamente seco. Es especialmente importante que no quede humedad cerca de la piel, ya que el pelaje húmedo se riza de nuevo y puede enredarse rápidamente. Verifica con los dedos el pelaje contra la piel en diferentes lugares: ¿sientes humedad fría? Si es así, continúa secando. No olvides el pelo de las orejas y entre las patas, también deben secarse. El secado puede llevar sorprendentemente mucho tiempo (en un caniche grande hasta una hora), pero un secado cuidadoso es esencial para un buen resultado.
Termina cepillando: Cuando el pelaje esté seco, cepilla al perro una vez más por completo. Ahora el pelo está limpio, esponjoso y secado con secador, por lo que el cepillo se desliza fácilmente. Este último cepillado asegura que no haya enredos después del lavado. También puedes en este momento rociar un poco de spray acondicionador para dar brillo y protección al pelaje.
Resultado suave y limpio: Ahora tu caniche está recién lavado, maravillosamente suave y limpio, y sobre todo, sin enredos. Muchos perros se emocionan después del baño al secarse con la toalla o al usar el secador, y un poco de juego es normal. Sin embargo, asegúrate de que el perro no salga inmediatamente al exterior a revolcarse en el barro después de este trabajo. Después de cuidar el pelaje con un buen lavado, podrás disfrutar de un perro limpio en los días siguientes, fácil de cepillar y abrazar.
Si el secado con secador no es posible: En caso de emergencia, un caniche pequeño también puede secarse sin secador a temperatura ambiente, siempre que se cepille el pelaje con frecuencia durante el secado. Envuelve al perro en toallas para absorber la humedad y cámbialas por toallas secas cuando las anteriores se mojen. Sin embargo, prepárate para que sin secador el pelaje quede rizado y pueda enredarse más rápidamente; sin cepillado, puede apelmazarse incluso en un solo día. Por eso, el secado con secador es recomendable especialmente para caniches de pelaje más largo, para asegurarse de que el pelaje quede completamente desenredado y seco hasta la raíz.
El cuidado del pelaje se lleva a cabo mucho mejor cuando se utilizan las herramientas adecuadas y los productos de cuidado apropiados para el pelaje del perro. Con pequeñas inversiones, puedes hacer que las rutinas de cuidado diarias sean más eficientes y agradables tanto para el perro como para ti. A continuación, algunos utensilios y productos que facilitan el cuidado del pelaje del caniche:
Un buen cepillo y peine: Un cepillo de calidad y un peine de metal son herramientas básicas para los dueños de caniches. Invierta en un cepillo que se sienta firme en la mano y que resista el uso, ya que un mal cepillo puede desgarrar el pelaje o romperse en medio del proceso. Del mismo modo, hay diferencias en los peines de metal; por ejemplo, un peine con púas de doble longitud puede facilitar el peinado de un pelaje grueso. Buenas herramientas duran años y hacen que el cepillado sea eficaz pero suave.
Mesa de peluquería o superficie antideslizante: Aunque no arregles a tu perro tú mismo, una pequeña mesa de peluquería o al menos una alfombrilla antideslizante sobre la lavadora facilita el cuidado. Levantar al perro a una superficie elevada a una altura ergonómica protege tu espalda y mantiene al perro mejor en su lugar. Muchos caniches aprenden que en la mesa de peluquería deben quedarse quietos, mientras que en el suelo o en el sofá puede ser más complicado. Si no tienes una mesa aparte, utiliza el lavabo del baño o una mesa donde puedas colocar una alfombra antideslizante.
Champú de alta calidad para perros: Como se ha mencionado, un champú diseñado para perros es esencial. El champú de la serie Nocat Studio es un buen ejemplo de un producto diseñado para las necesidades del pelaje del perro: está hecho de ingredientes naturales, equilibrado en pH y contiene agentes acondicionadores que dejan el pelaje suave y brillante. Un champú de alta calidad hace espuma adecuadamente y se enjuaga bien, dejando el pelaje limpio sin residuos pesados. Además, los productos de Nocat Studio tienen un aroma agradable y "abrazable" que no es demasiado fuerte para el perro, pero que da al pelaje un toque fresco.
Aerosol para el cuidado del pelaje (spray desenredante): Este es el arma secreta de muchos dueños de caniches. El tratamiento en spray y desenredante ayuda, por ejemplo, como el spray de cuidado refresh+detangle de Nocat Studio, a deshacer nudos, hidratar el pelaje y reducir la estática. Los sprays se pueden usar tanto en el pelaje húmedo después del lavado como durante el cepillado del pelaje seco. Hacen que el movimiento del cepillo sea más suave y evitan que el pelaje se rompa. Además, el pelaje queda con un ligero y agradable aroma, por lo que el perro se siente especialmente limpio después del tratamiento.
Secador o secador de pelo para mascotas: Un buen secador es invaluable para secar a un caniche. Existen secadores especiales y potentes para secar el pelaje de los perros, pero también un secador de pelo para humanos sirve, siempre que tenga suficiente potencia y calor. Si secas con frecuencia, considera un secador diseñado para uso en mascotas, ya que suelen ser más potentes (soplan mucho aire) y no necesariamente tienen calor adicional, lo que reduce el riesgo de sobrecalentamiento. Sea cual sea el dispositivo, recuerda acostumbrar al perro a su uso con paciencia y asegúrate de que el flujo de aire no sea demasiado caliente o fuerte directamente en las áreas más sensibles.
Tijeras y máquina de cortar: Las tijeras pequeñas con puntas redondeadas son útiles para pequeños arreglos (por ejemplo, para recortar el pelo alrededor de los ojos o en las plantas de las patas). Si eres valiente y estás dispuesto a aprender, también puedes mantener un corte básico corto en casa con una máquina de cortar. En ese caso, es recomendable adquirir una máquina de cortar de calidad específicamente diseñada para perros, para asegurar un corte uniforme y que la máquina pueda manejar un pelaje grueso. Recuerda mantener las cuchillas y limpiarlas. Sin embargo, muchos recurren a un profesional para el corte, y eso también está completamente bien, ya que las rutinas básicas de cuidado del pelaje (cepillado, lavado, secado) son suficientes para mantener al perro limpio y saludable en la vida diaria entre cortes.
En resumen: no subestimes la importancia de tener buenos utensilios. Cuando el cepillo se desliza bien, el champú hace espuma de calidad y el secador seca eficazmente, ahorras tiempo y nervios. Tu perro también percibe cuando tienes un agarre seguro y las herramientas funcionan, lo que le ayuda a mantenerse más tranquilo. Gracias a productos de calidad, el cuidado del pelaje se convierte en una experiencia agradable que, en el mejor de los casos, puede fortalecer la confianza entre tú y tu perro.
Además de cepillar y lavar, el pelaje del caniche también debe cortarse de vez en cuando. Como el pelo crece continuamente, sin recorte, el caniche eventualmente se convertirá en una gran maraña rizada, difícil de mantener limpia y sin enredos. El intervalo de recorte depende mucho de la longitud y el estilo deseados del pelaje. Como regla general, se puede considerar que aproximadamente cada 6-8 semanas es bueno recortar completamente al caniche. Algunos mantienen el pelaje de las mascotas en un "pelaje de cachorro" adecuado o en un corte deportivo corto, en cuyo caso un recorte cada 4-6 semanas mantiene la apariencia ordenada. Incluso para un pelaje de exhibición más largo, se realizan arreglos regularmente, aunque no se corte todo el pelaje a corto.
El recorte se puede realizar de muchas maneras. Muchos propietarios de caniches llevan a su perro a un peluquero profesional, lo cual es una buena solución si uno no quiere o no se atreve a cortar por sí mismo. Un profesional sabe realizar el corte según tus deseos y maneja al perro con destreza. En el recorte generalmente se afeita con máquina el hocico, las patas y la base de la cola del perro (por razones de higiene y para mantener la apariencia típica de la raza) y el resto del pelaje se corta con tijeras o máquina a la longitud deseada. Por ejemplo, el popular "pelaje de oveja" o "corte de criadero" deja un rizo corto de aproximadamente uno o dos centímetros en todo el cuerpo, que es fácil de mantener en el día a día. En el otro extremo, el "corte de león" o corte de exhibición deja la parte delantera del pelaje larga y esponjosa, mientras que la parte trasera se afeita corta, lo que requiere mucho más cuidado diario para mantener la parte larga sin enredos.
Si decides aprender a cortar el pelo de tu caniche tú mismo, comienza con un modelo sencillo. Muchos aficionados al corte de pelo en casa utilizan precisamente ese corte básico corto mencionado, que se realiza con una máquina usando varias cuchillas para dejar diferentes longitudes y se finaliza con tijeras. Vale la pena asistir, por ejemplo, a un curso de corte de pelo o pedir a un peluquero experimentado que te guíe la primera vez. Recuerda mantener las tijeras afiladas y los movimientos tranquilos para no cortar al perro. El perro debe estar lavado y secado con secador liso antes del corte: el pelaje sucio o rizado desafila las tijeras y las cuchillas de la máquina, y el resultado del corte no será uniforme.
El acicalamiento es parte del cuidado del pelaje del caniche, pero no tiene que ser una fuente de estrés. Prueba diferentes métodos: tal vez aprendas a cortar el pelo de tu perro en casa, o encuentres un peluquero de confianza al que visites regularmente. Cuando el acicalamiento se realiza a tiempo, el cuidado del pelaje en casa se facilita, y el perro se mantiene más cómodo. Un pelaje más corto significa menos cepillado, pero recuerda que un caniche completamente rapado puede sentir frío en clima frío (ya que la raza no tiene subpelo). Asimismo, en verano, una pequeña longitud de pelaje protege la piel del sol abrasador: la piel del perro incluso puede quemarse si se afeita completamente. Por lo tanto, siempre deja un poco de pelo para proteger al perro del clima, sea cual sea la estación. En la vida cotidiana, la mayoría de los caniches se mantienen en un corte de longitud media, donde el pelaje es tanto hermoso como práctico.
El cuidado del pelaje es más fácil cuando el perro se ha acostumbrado a ello desde pequeño. Si tienes un cachorro o un caniche joven, comienza a practicar las rutinas de cuidado tan pronto como sea posible. Pequeños momentos en la mesa de cepillado, revisiones de uñas y miradas a los oídos enseñan al cachorro que el manejo es parte de la vida. Permite que el cachorro se familiarice positivamente con el cepillo y el peine: por ejemplo, puedes acariciar al cachorro con el cepillo unas cuantas veces y recompensarlo inmediatamente con una golosina para que la asociación sea alegre.
Es recomendable lavar al cachorro aproximadamente una vez al mes, aunque solo sea para acostumbrarlo (aunque no esté muy sucio). Las primeras veces de lavado y secado con secador pueden poner nervioso al perro, por lo que deben ser breves y tranquilas. Habla suavemente y mantente relajado, ya que el perro percibe tu estado de ánimo. A menudo ayuda si el cachorro está un poco cansado en el momento del baño, así no tendrá fuerzas para resistirse innecesariamente. Recuerda recompensar generosamente al cachorro después del lavado y secado.
Se puede practicar el cepillado con el cachorro incluso a diario durante unos minutos. Coloca al cachorro, por ejemplo, sobre la lavadora encima de una toalla o en una mesa baja. Sujétalo suavemente del collar o con ayuda de un soporte, y cepilla unas cuantas pasadas aquí y allá. Detente antes de que el cachorro se aburra y elógialo abundantemente. De esta manera, el cachorro aprenderá que el cepillado es un procedimiento corto y divertido, y no una razón para alarmarse.
Si adoptas un caniche adulto que no tiene experiencia previa en el cuidado regular del pelaje, el juego no está perdido. Simplemente avanza despacio y con paciencia. Puedes acostumbrar al perro al cepillado acariciándolo con el cepillo por breves momentos y recompensándolo, tal como harías con un cachorro. Mantén las sesiones de cuidado cortas y aumenta la duración gradualmente a medida que crece la tolerancia del perro. El objetivo es crear una rutina en la que el perro esté relajado y confiado. Sorprendentemente pronto, muchos perros que antes se resistían aprenden a disfrutar del cepillado: para ellos es como un masaje y recibir atención del dueño.
Por lo tanto, recuerda comenzar la rutina de cuidado del pelaje temprano y con paciencia. Una vez que se han enseñado los fundamentos a un perro joven, te ahorrarás muchos problemas en el futuro. Un caniche adulto que se queda quieto mientras se le cepilla y se le baña es invaluable, y esto solo se logra practicando y haciendo que las sesiones de cuidado sean experiencias agradables.
El cuidado del pelaje del caniche es, en su mejor momento, una agradable rutina compartida que mejora el bienestar del perro y fortalece su relación. Una vez que hayas aprendido los consejos descritos anteriormente y hayas hecho del cepillado, el lavado y el recorte una parte regular de la vida diaria, notarás lo mucho más fácil que todo resulta. El cuidado del pelaje ya no se sentirá como un proyecto laborioso, sino como una parte natural del día, quizás incluso un momento relajante en el que te concentras solo en ti y en tu perro.
Aprovecha productos de alta calidad y no tóxicos como el champú para perros y el spray acondicionador de Nocat Studio, que hacen que los momentos de cuidado sean más fáciles y agradables. Es un placer pasar tiempo con un caniche limpio, suave y de buen olor. También es gratificante ver cómo el pelaje de tu perro está en buen estado: brilla, se siente saludable entre los dedos y no encuentras enredos.
Finalmente, siéntete orgulloso de cada sesión exitosa de cuidado del pelaje. Recompénsate a ti y a tu perro con un momento de juego o un abrazo compartido después del trabajo. Has hecho un trabajo importante por tu mascota. Con estas enseñanzas, el cuidado del pelaje del caniche se mantendrá bajo control de principio a fin, y ambos podrán disfrutar de la vida sin problemas de enredos. ¡Que tengas momentos de cuidado exitosos y muchos momentos felices con tu caniche saltando suavemente y limpio!